sábado, 26 de mayo de 2007

No me quedan palabras...

No me quedan palabras para amarte,
ya mis versos callan, escurridos en la cera,
en un adiós que apaga la tea de alto solio
que dice eterna y testa lozanía en damisela.

No me quedan palabras para amarte
y el aliento expira en un mirar adusto,
en un evocar sumiso efluvio de disipación etérea;
que amor irisa el gusto si el secar profuso garbo mostráse
tan divina pasión nea.

No me quedan palabras para amarte
y es por tal, mi dulce bien, que siempre es
que poesía siempre quedas.




Este poema me ha acompañado por muchos años. Nunca fui un lector mío, nunca supe bien lo que escribía; sólo esto; por tantos años. Cuando pienso en él todo es tan claro. Sé de quién es, sé a quién le pertenece. Creo que algunas veces lo he dicho, tan fácil, que a veces no sé si siquiera me escuchan.

Sigue siendo así; lo mismo; porque aquello que alguna vez prometí confesarle jamás dije. A veces empiezo a creer, jamás diré y así será suyo por siempre.

1 comentario:

Ki dijo...

yo tmb se para quien es... uii si no te conocieraa!!.. XD jaaaaa