-Señor, ¿por qué me hiciste así?
-¿Así cómo, hijo?
-Pues así, señor. Gordo, chapparro, alto, güero, sarcástico, débil, fuerte. Ya sabes. Así.
-Yo no decido, hijo. La naturaleza hace su trabajo por sí sola.
-Entonces dejas las cosas al azar.
-En cierta manera.
-¿Y tú? ¿Naciste al azar?
-No, hijo, tú me diste vida e hiciste que me pareciera a ti.
-Valiendo...
-Sí.
-Entonces por eso eso de la ira y el Dios vengativo.
-Jeje, perdón. No soy perfecto.
-Pues si yo te hice... pfff.
-Puedo cambiar.
-¿Tendría que cambiar yo?
-Sí.
-Pfff...
-... =(
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2 comentarios:
Jajaja... hay mucho material para leer.
Con más tiempo, ahora que ya no trabajo, lo haré.
Saludos.
Ja
Saludos.
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