miércoles, 11 de julio de 2007

Charlas con Dios V

-Señor, ¿puedo reírme de un payaso?
-Sé a lo que vas. Me preguntas si te puedes reír de un payaso para que yo diga que sí y después cambiar la intención de tu pregunta diciendo: ¿aún si el payaso está muerto? Y yo piense en gente como Chaplin y diga sí, y luego digas: ¿aún cuando haya muerto de causas naturales? Y yo no vea problemas con la pregunta y siga diciendo que sí y me digas: ¿aún cuando haya sido natural que muriera después de que se le atorara su nariz de bolita roja en la garganta por querer vestirse y tomarse sus pastillas al mismo tiempo? Y yo diré que no es bueno andarse riendo de las tragedias de la gente y tú dirás: ¿Aún cuando yo haya cambiado sus píldoras por narices de bolita rojas? Y yo diré: No es gracioso. Y tú dirás: Sí lo fue. Y yo diré: No, de verdad no lo fue. Y tú dirás: Nah, sí fue, casi te hago reír, mira mira. Y yo voltearé a otro lado esperando dejes de hacer eso y no pararás hasta que sonría, ¿no?
-¿Cuándo demonios te pasó esto?
-Perdón, es que a veces...
-Jaja, caíste.
-No es gracioso.
-Sí fue.
-Que no.
-Pero clarooooo que sí.
-Bah.

2 comentarios:

Espaciolandesa dijo...

Jajaja...

Sí fue gracioso.

un blogger más dijo...

jajaja genial
si, si fue gracioso lo que pasa es que Dios tiene un sentido del humor extraño

SaLuDoS