domingo, 2 de septiembre de 2007

Del desinterés

De la muerte la cara trastocada
que amanece temprano, niña ha sido,
al día que viene como impelido,
como morir antes nacer la nada.

¡Oh! Infierno viejo de las distancias
que se guarda la noche titubeante.
Poco cuerpo de vida no anhelante,
de requiebros, de burdas asonancias.

Que es vida encierro -de sentirle ajena-
la muerte loca de mirada vaga
que de súbito al alma le condena.

Es hoz que presta su fortuna y daga
que al espejo ido de tus ojos pena
y muda al suyo de las aguas draga.

2 comentarios:

María dijo...

¡Vaya un soneto! me gustó mucho el primer cuarteto

Cirantis dijo...

...bonito..lindo...apasionado...wow

Besos luis!...