Hagámonos de palabras.
Sí, de miles, cientos de miles. No importa si son buenas, malas, aprenderemos a usarlas con el tiempo. Aprenderemos para qué son, para qué las inventaron y por qué estoy aquí ahora usándolas para gritar en un cuarto vacío. Se usarán con cuidado, sin cuidado, para ofender, para consolar, para odiar, para amar, para todo lo que han servido a través de los años. Quizá de esto salga un nuevo lenguaje, más o menos sofisticado o único, no importa; será el indicado. Hagámonos de palabras, de las del mundo entero.
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3 comentarios:
sientos miles.. un par de ellas para el corazon, otras para el alma guardadas en cajon, cajon del recuerdo para cuando necesites pensarlas.
TE QUIERO.
CIENTOS!!!!
Hola, soy nuevo en el blog. ya no está an vacio el cuarto.
Vémonos.
Pues a escribir Ugolino... a escribir.
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