jueves, 26 de abril de 2007

Los hijos de

Los hijos de Paz hablan en duermevela del tropo de los cuatro vientos, en la madrugada de tu pecho. Un beso escurre en la mejilla y es el sol, armado de tus cabellos.

Los hijos de Neruda escriben de amor, cardo de matiz hinchado, por tus caderas el río de estoperoles enciende tu espalda mojada. Cesa el viento de las rocas de tu voz tejida en espuma.

Los hijos de Bécquer dicen que la luz se derrama en el paisaje, por el agua, sauce astillado le hiere, se viste de rojo el ocaso, rosa y púrpura y a tu faz regala un beso y muere.

Los hijos de Machado gritan, mueren.
Los hijos de Nervo callan.
Los hijos de Lorca enseñan.
Los hijos de García leen.
Los hijos de Llosa ríen.
Los hijos de Benedetti vuelven.
Los hijos de Cervantes se mofan...

Los hijos de puta creen que leer es su mérito.

Los hijos de mi padre dicen, agarra la pluma y ponte a trabajar.

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